La NASA confirma que la Tierra tendrá “dos lunas” hasta 2083: ¿Qué significa realmente?

La NASA reveló que un asteroide quedó atrapado en la órbita terrestre y acompañará a la Luna hasta 2083, un fenómeno astronómico inusual que ha despertado gran interés entre los científicos y el público.
Publicado: 22 oct 2025, 21:59 GMT-4|Actualizado: hace 20 horas
Envíe Este Enlace Por Correo Electrónico
Compartir en Pinterest
Compartir en LinkedIn

(Telemundo Atlanta) - La NASA confirmó la existencia de un nuevo cuasi-satélite que orbita junto a la Tierra y permanecerá en nuestro vecindario espacial durante casi seis décadas.

Se trata del asteroide 2024 PT5, descubierto en agosto por el telescopio Pan-STARRS, en Hawái. Según el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la agencia, este cuerpo celeste seguirá acompañando a nuestro planeta hasta el año 2083, antes de alejarse nuevamente hacia el espacio profundo.

A diferencia de la Luna, este asteroide no está gravitacionalmente atado a la Tierra, sino que comparte su órbita alrededor del Sol. Desde la perspectiva terrestre, parece seguirnos como un compañero constante, lo que le ha valido el apodo de “segunda luna”. Sin embargo, los astrónomos subrayan que no es un satélite natural, sino un cuasi-lunar, una categoría reservada para objetos que permanecen en una danza orbital estable con nuestro planeta durante largos períodos.

Un fenómeno raro pero no peligroso

El 2024 PT5 mide alrededor de 30 metros de diámetro, un tamaño relativamente pequeño en comparación con otros asteroides cercanos a la Tierra. Los cálculos de la NASA indican que no representa ningún peligro de impacto, ya que su trayectoria es estable y su distancia mínima a nuestro planeta supera los 6 millones de millas (9.6 millones de kilómetros).

Este tipo de fenómeno no es nuevo para los científicos: en el pasado, se han identificado otros cuasi-satélites como Kamo’oalewa y Cruithne, que también acompañan a la Tierra en su recorrido solar. Sin embargo, el hallazgo del 2024 PT5 destaca por su larga permanencia, lo que lo convierte en una oportunidad única para estudiar cómo interactúan estos cuerpos con el sistema Tierra-Luna.

Qué representa para la ciencia y la observación del cielo

Para la comunidad científica, la presencia de este cuasi-satélite ofrece un laboratorio natural para analizar la dinámica orbital y la influencia gravitacional mutua entre la Tierra, la Luna y los objetos cercanos. Además, abre la puerta a posibles misiones de exploración en el futuro, dada su relativa proximidad.

Los astrónomos también señalan que, aunque el asteroide es demasiado pequeño y tenue para ser visto a simple vista, algunos observatorios podrán rastrearlo con telescopios potentes. En otras palabras, no veremos una “segunda luna” brillante en el cielo nocturno, pero su existencia refuerza la fascinante complejidad del entorno espacial que rodea a nuestro planeta.

Un recordatorio de nuestro lugar en el cosmos

La confirmación de esta “segunda luna temporal” no solo despierta curiosidad, sino que también nos recuerda que el sistema solar está en constante movimiento. La presencia del 2024 PT5 hasta 2083 subraya la importancia de la investigación astronómica y del papel de la NASA en la vigilancia de los objetos cercanos a la Tierra.

En un universo lleno de sorpresas, este nuevo acompañante celestial es una muestra de cómo la ciencia continúa revelando más del espacio que compartimos con otros cuerpos en el cosmos.